Contamos con el servicio de auditoría de software, para optimizar la seguridad y eficiencia de tus procesos. Y con ello, resguardar los activos de información críticos en tu organización.
La seguridad de la información es el marco de elementos que permiten mantener de forma constante dentro de una organización los activos de información de manera íntegra, confiable y disponible, para que ésta pueda ejecutar sus procesos de manera segura. Así, la adopción de políticas, controles y medidas por las instituciones se traduce en una reducción de los riesgos y costos que pudieren afectar a la organización como consecuencia de ataque o materialización de una amenaza a alguno de los activos de la información, de los cuales depende la empresa para llevar a cabo su modelo de negocio.
Así las cosas, el ataque tiene su origen en la vulnerabilidad de los activos de la información, pues, la ausencia de mecanismos que permitan resguardar de manera eficaz los elementos triada de la información es el escenario propicio para que las entidades puedan ser objeto de un ataque cibernético o una fuga de información crítica dentro de la organización. De ahí que, la seguridad de la información sea un factor clave e imperativo a tener presente en la ingeniería de software, a través de la cual, la organización estructura los componentes de software y hardware. Por esta razón, las instituciones deben adoptar un sistema de gestión de la seguridad de la información (SGSI); con los requisitos mínimos que establece la norma ISO 27000.
En este sentido, nuestros servicios coadyuvan a uno de los objetivos de la estrategia operativa en función de la seguridad de la información, esto es, a la adquisición, desarrollo y mantenimiento de sistemas de información corporativos.
Su relevancia dice relación con la prevención de los riesgos a los cuales están expuestos los activos de información. De esa forma, cuando la entidad no cuenta con un sistema de gestión de la seguridad de la información, es vulnerable a la materialización de tales amenazas. Ello se traduce en un impacto directo sobre los resultados del objetivo del negocio de la organización. Por tal razón, cuando las instituciones son conscientes de las amenazas pueden prevenir las brechas de seguridad, y, estar mejor preparadas para enfrentar la ocurrencia de incidentes que pudieren afectar la continuidad operativa de los procesos. Lo que inexorablemente significa una afectación a la reputación de la organización.
Comprende el uso de metodologías o patrones para la construcción de software seguro. A través de tales metodologías la seguridad de la información, que es tratada en los sistemas corporativos, se mantiene indemne para el cliente. Es decir, permite resguardar la triada de la información en sus estados de almacenamiento, transmisión o procesamiento. Esto se explica, porque los patrones de desarrollo seguro se desenvuelven sobre la base del riesgo y seguridad.
A la vulneración de la seguridad de los activos de información, dando lugar a los ataques de confidencialidad o divulgación, a la integridad o alteración, y a la disponibilidad a través de la denegación de servicios (DOS); ciberdelincuencia organizada; a vectores de ataque, tales como las herramientas de malware, rabbit, bomb, adware, trojan, ransomware, back door, worm, spam, rootkit, spyware, botware, entre otros.
Para encontrar bugs que pueden ser explotados por los atacantes.
Identificar puntos débiles de los sistemas informáticos
Una vez identificadas las vulnerabilidades, será posible establecer y aplicar un plan de mitigación.
Reducir o eliminar la responsabilidad penal y civil de la empresa, por la ocurrencia de ataques que pudieren afectar a los bienes jurídicos, debido a la vulneración de sus activos de información. Circunstancia que es responsabilidad de la compañía que gestiona tales activos.
Resguardar la reputación de la organización. La perdida de la confianza en la organización acarrea necesariamente la pérdida de clientes o de consumidores finales. Provocando un impacto negativo en sus metas. Pero, esta no es la única consecuencia a la cual se podría ver expuesta la organización. Resulta que, los perjuicios o daños que se ocasionen a sus clientes o consumidores finales —a propósito del ataque y de la concreción de objetivo— las entidades podrán ser imputadas penalmente conforme la responsabilidad penal de las personas jurídicas establecidas en la ley.